Desde Juvenal a Coubertin, la frase ha recorrido un largo camino. A partir el siglo XIX se la asocia con el deporte, entendiendo a éste como uno de los pilares para una vida sana y plena. El Colegio ofrece a sus alumnos un variado rango de deportes a través del Departamento de Educación Física y del Departamento de Extensión y Bienestar Estudiantil, y esa es una de las características que lo distinguen de otras entidades de educación media. Conozcamos a dos alumnos que descuellan en dos disciplinas: natación, materia de aprobación obligatoria para todos los alumnos durante el ciclo de cursada, y esgrima, que se ofrece en forma de taller optativo.  

MATÍAS RÍOS COMPITIÓ EN ESGRIMA

De los juegos de piratas a los Juegos Olímpicos de la Juventud 

Matías Ríos tiene dieciséis años y es el único alumno del CNBA que participó de los III Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizaron este año en Buenos Aires. Practica esgrima desde los siete años, cuando empezó a jugar con espaditas de plástico, bajo la clara influencia de Robin Hood. Este año le tocaba cursar 4ª Año en la 3º División, pero se quedó libre debido a los viajes que hizo para competir en el exterior como parte de su camino olímpico. Sin embargo, prefirió perder un año a cambiar de colegio porque le gusta el nivel del CNBA. Cree que el esfuerzo de estudiar y entrenar “vale la pena”. 

Matías nos cuenta que se acercó a este deporte tan singular a los 7 años luego de que sus padres lo llevaran a practicar numerosos deportes que no terminaban de entusiasmarlo. Un día le dijo a sus papás que quería hacer “espadas” o arquería. Miraba muchas historias de piratas y cuando era chico jugaba con las espadas. Le gustaba la arquería por la historia de Robin Hood pero la esgrima no fue por una historia específica sino por las peleas de las películas que veía en la tele. Cuando vio Simbad, con piratas que peleaban con espadas, dijo: “Quiero esto”.

– ¿Cómo fue el recorrido desde aquel club, a cuadras de tu casa, a los Juegos Olímpicos?

– Empecé a entrenar en el Club Gimnasia y Esgrima de Villa Devoto, con Rodrigo Álvarez que es mi entrenador actual. En esgrima hay tres armas: sable, que es lo que practico yo, florete y espada. Además de cambiar la forma del arma, cambia el blanco válido y la dinámica. Se empieza con floretes de plástico, para jugar un poco, no son las armas de metal que se ven en las competencias de adultos. Después, cuando ya estaba “grande” mi entrenador me pasó a lo que hago hoy que es sable de metal.

– ¿A qué llamás grande? ¿Cuántos años tenías?

– Ser grande ahí implica tener conceptos más claros. El club al que yo iba venía a ser “la escuelita” y hoy entreno en una sala en Palermo en la Fundación Argentina de Esgrima, ya a nivel competitivo. Cuando vas a una escuelita te hacen practicar el deporte y te hacen jugar. Cuando el entrenador vio que los juegos ya no me interesaban tanto y que yo ya quería efectivamente empezar a practicar esgrima, me pasó a sable de metal que implicaba también un entrenamiento más serio. Eso fue a los nueve o diez años. En la sala de Palermo el nivel es competitivo, hacemos alto rendimiento. Fuera de estar comprometido con el deporte, necesitás un cierto nivel y yo, por suerte, después de hacer un año y medio de sable de metal, a los once años, pasé a esa sala. En el deporte, cuando empezás a competir con personas que tienen un nivel más alto, tienden a subirte el nivel. Por eso creo que está buena esta distinción entre “la escuelita” y algo más competitivo, más difícil, más real.

– ¿Y tu familia cómo tomó este salto? Porque, evidentemente, no es lo mismo que el nene juegue con espadas de plástico que usar espadas de verdad.

– Esgrima es uno de los deportes más seguros, declarado por el Comité Olímpico. Los trajes que se usan son de kevlar, que es el mismo material que se usa para un chaleco antibalas, por lo tanto no hay riesgo. 

– ¿Y qué pasó cuando quisiste empezar con el entrenamiento intensivo propio de los deportes de alto rendimiento?

– Mi familia siempre me apoyó y me incentivó a hacer deporte, pero tanto mis padres como mi entrenador siempre me dejaron bien en claro que el estudio es una prioridad, que no tengo que dejar de estudiar pero que también es importante que yo haga esto que quiero.

– Tal vez por asociarlo a las historias de caballería, es considerado por muchos un deporte de élite… ¿es caro practicar esgrima?

– En realidad, cuando empezás en la escuelita no tenés que comprar material durante mucho pero mucho tiempo porque el propio club te da el material y vos sólo vas con tu ropa deportiva. Una vez que sos profesional no es un deporte barato, pero es mucho más barato que otros. No es inaccesible porque te van prestando material; yo mismo, cuando no uso algo, lo dono. Después vas comprando guantes, cuando podés comprás un sable y así vas armando tu equipo, de a poco. Cuando ya sos grande te vas adaptando, porque no es un deporte en el que necesites andar renovando el equipo permanentemente. En cambio, por ejemplo, durante los Juegos Olímpicos, los chicos de natación me contaban que una malla les dura 8 carreras, que alguien que compite las hace en una sola competencia en un fin de semana, en cambio nuestro traje dura años.

– ¿Cómo se lleva esta práctica de alto rendimiento con un colegio tan exigente como el CNBA? ¿Cuántas horas entrenás habitualmente?

– Dependiendo del día son cuatro o cinco horas, tres días de entrenamiento por semana y dos días de preparación física, más o menos la misma cantidad de horas.

En cuanto al colegio, creo que la esgrima misma me ayudó porque es un deporte en el que se insiste mucho en la disciplina. Sin disciplina es imposible mantener las dos cosas al mismo tiempo. Yo creo que es cuestión de asumir el compromiso. Mi rutina era: iba al Colegio a la mañana, salía del Colegio, estudiaba en el colectivo, llegaba a mi casa, comía, estudiaba en el colectivo de vuelta, entrenaba, llegaba a mi casa y me ponía a estudiar de nuevo… No es fácil, pero se puede. 

– ¿Este año no cursaste para participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud?

– En realidad, no. La Ley Nacional del Deporte establece que, por ejemplo, cuando viajás en representación de la Selección Nacional te tienen que reprogramar la fecha de exámenes, pero no es suficiente. Me ha pasado, por ejemplo, llegar de viaje un domingo a la noche y el lunes a la mañana tener que rendir tres pruebas; eso es lo más complicado. Se cumple con la ley, pero no alcanza, tal vez lo que uno necesitaría es que te den más tiempo, pero a veces no es posible por distintas circunstancias.

– Quedaste libre como resultado de tus viajes, representando a la Argentina. ¿Cuáles fueron las principales competencias en las que participaste?

– Empecé a viajar en el marco del Proyecto 2018 del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), que dio apoyo a los chicos que eran los posibles candidatos para representar a la Argentina en los Juegos Olímpicos de la Juventud y esto nos permitió hacer viajes que normalmente la gente hace cuando es más grande. Esos viajes sirven muchísimo porque te permiten compartir, desarrollarte y aprender de otras personas.

En 2016 viajé a Puerto Rico, al Campeonato Panamericano Infantil, donde saqué una medalla de bronce, salí tercero. Después fui a Chile tres veces; obtuve el tercer puesto en el Sudamericano de Esgrima, medalla de plata en los Juegos ODESUR (Organización Deportiva Suramericana) y medalla de plata en los Juegos Sudamericanos al año siguiente. También viajé a los Panamericanos en Cuba y en Costa Rica, donde quedé en el puesto 16.  Además tuve la suerte de ir a mundiales. El año pasado el Campeonato Mundial Juvenil de Esgrima se hizo en Bulgaria y este año en Verona, Italia. Y en Argentina quedé en el puesto 11 en los Juegos Olímpicos de la Juventud.

– ¿Evaluaste cambiar de colegio para no perder el año? 

– Este año no cursé y el año que viene me reincorporo a 4º Año, aunque aún no sé a qué división. Estaba en 3º 3ª pero, como es probable que pida cambio de turno, no sé qué división me va a tocar. 

En cuanto a no perder el año, hubo muchas opciones. El ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) te propone estudiar a distancia, que fue la alternativa que tomaron muchos de los chicos que conocí en los Juegos Olímpicos. Otra opción era cambiarme a un colegio más chico, donde me conozcan más y tengan otra contemplación. Pero la realidad es que fue un esfuerzo muy grande durante tres años, cuatro con el curso de ingreso. Me gusta el nivel de este colegio y tomé la decisión de terminar acá, aunque para eso haya tenido que perder un año. En la universidad también a veces perdés un año y no me parece tan terrible. Teniendo en cuenta que logré clasificar en un juego olímpico, me parece que valió la pena.

Matías nos cuenta que piensa seguir con la esgrima y quiere también cursar una carrera universitaria pero aún no ha decidido cuál, aunque le gusta mucho la arquitectura. Si bien sabe que congeniar ambas cosas es difícil, con mucha disciplina y esfuerzo cree que es posible lograrlo. Ha entrado en el equipo de Mayores, que es el escalón más alto de la esgrima en Argentina. Ahora su meta es clasificar entre los tres que irán a competir a los Juegos Panamericanos en Lima. Sabe que no será fácil por su corta edad en relación a las de sus compañeros adultos, pero nos despide con una frase que describe su espíritu: “Todavía tengo posibilidades de entrar; ese es mi próximo desafío”.

TALLER DE ESGRIMA

El Departamento de Extensión del CNBA ofrece a sus alumnos distintos talleres, entre ellos uno de esgrima, que está a cargo de Ignacio Solari Ascárate, quien fue compañero de Matías Ríos en Gimnasia y Esgrima de Villa Devoto.

CLARA TELESCA BATE RECORDS EN NATACIÓN 

“Para superarse hay que salir de la zona de confort”

Clara Telesca tiene trece años e integra la Federación de Natación de Buenos Aires (FeNaBA). Nada desde los tres años y desde los once es parte del equipo de Natación Lawn Tennis Club (NLTC). Ya ganó varias medallas de oro y de plata y batió récords. Entrena seis de los siete días de la semana, en total unas veinte horas, en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD), a contraturno del CNBA donde este año cursará 2º Año en la 4ª División del Turno Mañana. Andrés, su papá, fue federado en este deporte en el que actualmente Clara brilla con luz propia. Un ejemplo de perseverancia.

Clara se inició en el natatorio del Club Ferrocarril Oeste a los tres años, primero en forma recreativa, luego en la escuelita de natación. A los siete años la invitaron a formar parte del equipo. Debido a que las condiciones brindadas por el club eran insuficientes y estaba sola en su categoría, cuando cumplió 11 años sus padres decidieron buscar otra alternativa y la encontraron en el Natación Lawn Tennis Club (NLTC), al cual aún pertenece. Nos cuenta que probó muchos deportes pero el que más la sedujo fue la natación porque le da la posibilidad de superarse a sí misma, dado que se repiten el mismo escenario y la misma carrera. 

– ¿Cuánto tiempo entrenás?

– El esquema de entrenamiento requiere nueve sesiones semanales, todas ellas en el CeNARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo). Lunes, miércoles y viernes de 14.30 hs a 17.15 hs y de 18.15 hs a 20.30 hs., martes y jueves de 15 a 17 hs, sábados 8 a 10.30 hs.  

–  Además de entrenar, ¿seguís alguna dieta especial?

– Sigo una dieta indicada por un médico deportólogo. Es simple: no dulces, carbohidratos durante el día y proteínas por la noche, porque se absorben mejor durante el descanso.

– ¿Cuál  es el estilo que mejor dominás?

– Crol y espalda, y obtengo mejores resultados en las pruebas de resistencia.

– ¿Qué te gusta más, marcar un récord o ganar una medalla?

– Es difícil… La medalla es un premio merecido pero cuando uno no baja el tiempo y obtiene la medalla, no queda del todo conforme.

– ¿Cuáles fueron tus logros hasta ahora?

– En total fueron seis récords. Obtuve tres récords en postas crol: 4 x 100 en pileta de 25 metros, y 4 x 50 en piletas de 25 y 50 metros. Y otros tres récords en postas  combinadas, donde cada nadadora toma un estilo; en mi caso es espalda en pileta de 25 y 50 metros, y 4 x 100 estilo crol en pileta de 25 metros.

– ¿En qué competencias?

– Participé en cinco torneos nacionales y fui seleccionada para un torneo que se hizo en Uruguay en noviembre de 2018. Competí en varias ediciones del Torneo Nacional de Infantiles y Menores. En la que se hizo en invierno de 2017 en el Natatorio Olímpico Madre de Ciudades en Santiago del Estero, obtuve 3 medallas de bronce y 2 de plata. En la del Club Cipolletti en Río Negro, en el verano de 2018, 2 bronces, 3 platas y 2 oros. En el Torneo Provincial de Federados en 2018 en Miramar, 4 oros y 3 platas. A nivel internacional, hasta ahora sólo participé en un torneo, el Campeonato Nacional de Uruguay, Infantiles B1 y B2, que se hizo este año en Montevideo; conseguí 4 oros y 6 platas.

¿Cómo te acompaña tu familia? 

– Es muy importante el apoyo de mis padres, emocional y financieramente, ya que solventan los costos que implica esta disciplina. Y es fundamental el acompañamiento por parte de mis hermanos porque interpretan mis ausencias durante mis entrenamientos y competencias. 

– ¿Aparecieron obstáculos presupuestarios?

– El gobierno nacional no solventa las competencias. El torneo Internacional disputado en Uruguay fue sostenido económicamente por la Federación Argentina de Natación.

– ¿El CNBA apoya  tu práctica deportiva?

– El programa de federados que posee el CNBA me exime de un día de práctica en el natatorio del colegio, de los dos obligatorios. Además, tuvieron la deferencia de no computarme tres ausencias ya que ese momento estaba participando en torneos  externos al Colegio.

– ¿El deporte modifico tu vida? 

– Sí, hasta los once años significó un entretenimiento, era una situación relajada; hoy requiere otro compromiso.

– ¿Cuesta entrenar después de un éxito?

– Sí, puede ser… Cuesta porque hay que mejorar los errores y cuesta porque para superarse hay que salir de la zona de confort.Nos cuenta Clara que quiere seguir una carrera universitaria, aunque aún no tiene una definida, aunque le gustan la literatura, la filosofía y la psicología.  Su próximo reto es clasificar para los Sudamericanos a realizarse en Chile en mayo de 2019. Si bien considera que la disciplina es clave, nos despide con un consejo para quienes quieran competir en natación: “Que no se convierta en una situación tediosa, para poder disfrutarlo”.